lunes, 4 de marzo de 2013

Huracanes internos

La adversidad es como un fuerte viento. 
Nos arrebata todo 
menos lo que no se nos puede arrebatar,
y hace que nos veamos cara a cara
con nuestro lado más inhóspito,
 que conozcamos esas partes olvidadas de nosotros mismos,
y sepamos cuales son nuestros mayores defectos y virtudes.

Alguien dijo una vez: 
El amor es darle a alguien la capacidad de destruirte 
confiando en que no lo haga.

No por ello temas al amor,
pues cuando lo sientes ocurren las cosas
más maravillosas e inexplicables del universo...

Los hombres no son prisioneros del destino,
son prisioneros de su propia mente.(Franklin D. Roosevelt)